Sonrie y respira, cuando tengas pequeños momentos.
Llora, cuando lo creas conveniente.
Reflexiona sobre aquello que te hace sentir culpable, y vuelve a respirar ...
esta vez muy hondo

miércoles, 4 de enero de 2012

Empezando el año




Hay que darle una oportunidad antes de juzgar...por eso he decidido que aunque todo el mundo augura un futuro nefasto a este nuevo año, yo le doy un margen de confianza. Y no os penseis que no me cuesta...

Me cuesta porque sé que mi presente laboral es relativamente bueno pero mi futuro es inexistente prácticamente...porque sé que en verano estaré en el paro otra vez y quedarse sin trabajo es como una condena en estos tiempos que corren.

Me cuesta porque mi inseguridad en el terreno profesional, me impide abanzar en el terreno personal y esto me mata...lleva años matandome y cada vez cuesta más ser optimista a este respecto, sobre todo cuando no depende exclusivamente de uno mismo.

Me cuesta porque no estoy a gusto, no me encuentro, no sé donde voy ni lo que quiero conseguir, porque me faltan cosas que aunque acostumbro a llevar con cierta dignidad, cada vez pesa más. Porque la vida te da palos y tu vas y sonries, hasta que un dia, sin previo aviso, tus labios se olvidan de como era el gesto y ya todo te da bastante igual...y sigues por los demás o decides que tampoco vale la pena.

Me cuesta porque tengo más dias como los de hoy en los que tiraria la toalla que dias en los que brilla el sol y todo me parece maravilloso..y la balanza cada dia está más desequilibrada (un poco como yo, me temo)

Así que, pese a todo, pese al gran esfuerzo que me cuesta, pese a estar segura que voy a recibir otra bofetada, le doy una oportunidad a este nuevo año. Si, lo reconozco, lo hago porque no me queda otra.